domingo, 19 de mayo de 2024

Refranes XXVII: iconografía de la ENVIDIA

 

La envidia, de Giotto de Bondone. 
Lleva en su mano izquierda un saco, que por su volumen, se supone lleno de dinero. Esto sugiere que al envidioso no le importa cuánto tiene, sino lo que poseen los demás, aunque sea menos, igualmente es objeto de su envidia. Parece estar saliendo de una puerta, apoyando su otra mano en el marco, y mira hacia su derecha, donde tal vez ha visto a alguien a quien dirigir su envidia. Su oreja visible es grande, siempre atenta a recoger cualquier información que pueda servir para alimentar su propósito destructivo hacia el envidiado. En su tocado podría adivinarse la forma de una serpiente, y es evidente que otra sale de su boca, ya que la envidia suele acompañarse de injurias, calumnias y maledicencia. Esta serpiente se enrosca y apunta a sus propios ojos, mostrando que, al final, el principal perjudicado por la envidia es el propio envidioso, siendo él quien más sufre como consecuencia de su vicio.

    0. Refrán Original: Un hombre de mi pueblo decía: las penas de los demás las llevo mejor que las mías.

    Reformulado: A mí me afectan menos las penas ajenas que las propias; cada quien por su lado.

    Comentario: Este refrán revela una actitud de indiferencia, incluso de agrado y gozo hacia el sufrimiento ajeno, destacando una perspectiva egocéntrica y posiblemente manipulativa. Subraya cómo algunas personas pueden priorizar sus intereses personales a expensas de la empatía o el apoyo hacia los demás. Tal actitud sugiere un enfoque de vida donde los lazos y deberes hacia la comunidad o los otros son secundarios a las necesidades y deseos individuales. El refrán invita a reflexionar sobre la frialdad emocional y el cálculo interesado que a menudo caracterizan las relaciones humanas en un mundo cada vez más individualista.

  1. Refrán Original: Hay gente buena, mala y regular, y el otro hombre le responde, de todo hay como en botica.

    Reformulado: Como en una botica, en la vida encuentras todo tipo de personas.

    Comentario: Este refrán refleja la diversidad de caracteres y personalidades que existen en el mundo, comparando la variedad humana con la de una botica donde hay de todo. Nos recuerda aceptar y anticipar la complejidad de las interacciones humanas, enfatizando la rica diversidad de la sociedad y la importancia de aprender a navegarla.

  2. Refrán Original: Le dice un hombre a otro, realmente yo no me conozco, y el otro hombre le responde, no es que tú no te conozcas, es que no se conoce nadie.

    Reformulado: Uno admite no conocerse a sí mismo; otro responde que en realidad, nadie se conoce completamente.

    Comentario: Este intercambio destaca la complejidad y el misterio del autoconocimiento. Propone la idea de que entenderse completamente a uno mismo es un desafío universal, reflejando la constante evolución y cambio en nuestras propias vidas. Insta a la humildad y a la continua autoexploración como partes esenciales del crecimiento personal.

  3. Refrán Original: Para aprender, perder.

    Reformulado: A menudo, las pérdidas enseñan valiosas lecciones.

    Comentario: Este refrán sostiene que el error y la pérdida son componentes cruciales del proceso de aprendizaje. Encarna la idea de que a través de las dificultades y los fracasos, adquirimos sabiduría y experiencia que de otro modo no podríamos ganar. Es un llamado a valorar los reveses como oportunidades para el desarrollo personal y profesional.

  4. Refrán Original: A quien le pique, que se rasque.

    Reformulado: Quien sienta molestia, que se alivie por su cuenta.

    Comentario: Este refrán hace alusión a lidiar personalmente con las propias incomodidades o problemas, en lugar de esperar que otros intervengan. Promueve la autosuficiencia y la responsabilidad individual, sugiriendo que cada persona debe tomar acción frente a sus propios desafíos sin depender de la intervención ajena.

  5. Refrán Original: Si la envidia fuera tiña, cuántos tiñosos habría.

    Reformulado: Si la envidia causara manchas, muchos estarían marcados.

    Comentario: Este refrán utiliza la hipérbole para comentar sobre la prevalencia de la envidia entre las personas. Sugerente y visual, ilustra cómo este sentimiento negativo es común, pero a menudo oculto o no admitido. Nos insta a reflexionar sobre nuestras propias emociones y a buscar superar sentimientos que puedan ser destructivos o limitantes.

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