Refranes IV

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   1. Original: Año de nieves, año de bienes.
   • Reformulado: Un año nevado trae prosperidad.
   • Explicación: Este refrán se basa en la observación agrícola de que las nevadas abundantes contribuyen a una mayor humedad en el suelo, lo cual beneficia a los cultivos y, por ende, a la economía agraria. Simboliza la idea de que las dificultades o los periodos fríos pueden preceder a tiempos de abundancia y éxito.
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2. 2. Original: Año bisiesto, ni viña ni huerto.

   • Reformulado: En año bisiesto, espera problemas en el viñedo y el huerto.
   • Explicación: Refleja una superstición antigua que considera a los años bisiestos como de mala suerte para la agricultura. Sugiere que estos años traen consigo dificultades o menores cosechas, aunque no haya evidencia científica que respalde esta creencia.
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3. 3. Original: Si ves las barbas de tu vecino afeitar, pon las tuyas a remojar.

   • Reformulado: Prepárate para lo que veas acontecer a otros.
   • Explicación: Este refrán aconseja tomar nota de las adversidades que afectan a otros y prepararse por si nos toca enfrentar situaciones similares. Implica que debemos aprender de las experiencias ajenas para evitar ser sorprendidos por circunstancias desfavorables.
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4. 4. Original: Cuanto más conozco al hombre, más quiero a mi perro.

   • Reformulado: La lealtad del perro supera a menudo a la del hombre.
   • Explicación: Expresa una desilusión con la naturaleza humana comparándola con la fidelidad y el amor incondicional de los perros. Refleja una preferencia por la compañía de los animales, que se consideran más leales y genuinos que las personas.
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5. 5. Original: Mucha gente ve la paja en el ojo ajeno, pero nadie ve la viga que lleva dentro de su ojo.

   • Reformulado: Es fácil criticar los defectos menores en otros, mientras se ignoran los propios fallos mayores.
   • Explicación: Este refrán, basado en una enseñanza bíblica, critica la hipocresía de juzgar a otros sin primero examinar y corregir nuestros propios defectos. Resalta la tendencia humana a enfocarse en las fallas ajenas sin reconocer las propias, mucho más significativas.